jueves, 3 de diciembre de 2009

Comunicación y poder mediático

La televisión, ¿muestra lo que ocurre? En nuestros países, la televisión muestra lo que ella quiere que ocurra; y nada ocurre si la televisión no lo muestra. (Eduardo Galeano)





Teniendo como punto de partida la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que se aprobó en la Argentina y partiendo del debate que se generó en distintos países sobre el derecho a la información y el rol de los medios masivos de comunicación, nos sumergimos en la investigación acerca de cómo es la legislación y la situación en otros países del continente con respecto a las telecomunicaciones.


Entendiendo que la pluralidad de voces es fundamental para que todas las personas tengan el debido acceso a la información y para que los monopolios de la información no ejerzan un control ilimitado sobre los contenidos, puesto que ellos responden a intereses sectoriales.



La ley sancionada recientemente en Argentina restringe drásticamente la concentración de licencias por parte de un sólo grupo mediático, abre la posibilidad de tener licencias a emisoras sin fines de lucro y promueve la industria nacional. Esto provocó una dura reacción de los medios del establishment, que llevaron adelante una sucia campaña en contra del oficialismo, sobre todo el Grupo Clarín que cuenta con 264 licencias en todo el país.



La manipulación de la información y su repercusión en la sociedad se evidenció en Venezuela cuando se dio un golpe de estado en abril de 2002, al que se le dio el nombre de Golpe Mediático, ya que los multimedios llevaron a cabo un papel decisivo contra Hugo Chávez. Luego de este acontecimiento, la Asamblea Nacional de Venezuela sancionó en diciembre de 2004 la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, estableciendo una serie de restricciones y sanciones para frenar los abusos de los medios de información que ejercen un gran poder sobre la opinión pública.



En Ecuador se conformó el Foro Ecuatoriano de la Comunicación que inició un debate con diversas organizaciones sociales sobre la propuesta de una nueva Ley de Comunicación para ser discutida en la Asamblea nacional.



En Brasil, el Tribunal Supremo Federal abolió la Ley de Prensa vigente desde el año 1967, sancionada durante la dictadura.



En El Salvador, el Movimiento para la Comunicación Democrática, donde convergen diferentes organizaciones y agrupaciones, exige un marco jurídico para cambiar el sentido de la comunicación de la mercancía al bien público.



En Uruguay, se aprobó la Ley de Radiodifusión comunitaria en 2007. Gracias a ella, el Gobierno autorizó el otorgamiento de licencias a 38 radios comunitarias.



Vamos a brindar un panorama general sobre el papel qué cumple la radio, la televisión y el periódico en la formación de la opinión pública, el manejo de los medios por parte de la derecha para desestabilizar gobiernos progresistas y la concentración de la información en pocas manos privadas.



Aquí un audio introductoria al tema del director del periódico Resumen Latinoamericano, Carlos Aznáres, hablando sobre la comunicación como herramienta de construcción de cambio, en el 5° Encuentro Social Alternativo en Bolivia.





VER MEDIOS EN:


ECUADOR

CHILE

BOLIVIA

GUATEMALA

URUGUAY

EL SALVADOR


REFLEXIONES FINALES



Medios en Uruguay

Los medios dominantes de comunicación están en pocas manos, pocas manos que son cada vez menos manos, y por regla general actúan al servicio de un sistema que reduce las relaciones humanas al uso mutuo y al mutuo miedo. (Eduardo Galeano).



Tras la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual aprobada recientemente en Argentina, el debate sobre el rol de los medios de comunicación en las sociedades modernas, la necesidad de acotar el poder de los monopolios y la necesidad de una mayor pluralidad de voces como garantía del derecho a la información, se ha expandido a países vecinos, como en la República Oriental del Uruguay. Tras la victoria en segunda vuelta del Pepe Mujica, el Frente Amplio continuará en el Gobierno durante cinco años más, por lo que prolongará la iniciativa de considerar en el Poder Legislativo algún control sobre los medios.


La propuesta se diferencia de ley aprobada en Argentina, puesto que se centra en tratar de fijar pautas para exigir una mayor producción nacional. El director de Cultura del Ministerio de Educación, Hugo Achúgar, redactó una propuesta que establece emisiones mínimas de programas generados en el Uruguay. En cuanto a la televisión abierta, se señala que el 50 por ciento de la programación deberá ser de producción o coproducción nacional. Mientras que en la radio se debería generar un tercio del total de sus emisiones de música con producciones nacionales. A pesar de que Tabaré Vázquez apoyaba la iniciativa, el Pepe se había manifestado en contra de una ley de medios en Uruguay por el momento, pero el amplio apoyo de diferentes organizaciones políticas y sociales de Uruguay a la ley aprobada en el Parlamento Argentino, exige la continuidad del debate.


A pesar de que la influencia de los multimedios en Uruguay, no es tan exorbitante como en Argentina, teniendo en cuenta que el Grupo Clarín cuenta con 264 licencias, existen y cumplen el mismo rol de desestabilizar a los gobiernos progresistas y fomentar el clima de inseguridad. Los canales abiertos (4.10 y 12) dirigen una sociedad en común en todo el país y exhiben una cuota grande terrorismo social durante los primeros 15 a 20 minutos de su informativo central, que va desde las 19 a las 20 horas. “Pasan con mucha dedicación y esmero a los asaltos, sobre todo si vienen con cuota de sangre aquí en Montevideo. El sistema capitalista y sus secuaces son especialistas en explotar la condición social y cultural por ellos creada”, cuenta Raúl Campanella, miembro del partido obrero revolucionario, trotskistas de la IV Internacional Posadista.



Durante la campaña electoral estos medios han jugado un papel muy activo a favor del candidato opositor, como el semanario de ultraderecha BUSQUEDA, en donde se publicaron unos spots contratados por el Partido Nacional de Lacalle solo para el interior del país y sobre todo, la línea editorial del El País, el diario de mayor tiraje, que responde expresamente al honorable directorio del partido nacional.



El Gobierno del Frente Amplio de Montevideo tiene un solo canal de Cable (TV Ciudad) de alcance limitado, y que no ha tenido mayor trascendencia en los últimos años. Pero Tábare Vázquez ha intentado revitalizar la Televisión estatal “Cambió los terribles galpones del Canal 5 por un edificio de muy buen nivel y presentación externa y de trabajo para todos ahí”, cuenta Campanella.


El Gobierno ha hecho una tarea de levantar también las radios oficiales, el SODRE, luego de 40 años de paralización. “En mi opinión promover la producción nacional y pública sería mucho más importante que intentar regular los canales privados, cosas bien difícil porque es como querer ponerle reglas a los bandidos…”




El historiador y profesor de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, Maximiliano Molocznik, habla sobre el rol de los medios de comunicación y su influencia en la actualidad.





Medios en El Salvador

Dos de cada tres seres humanos viven en el llamado Tercer Mundo, pero dos de cada tres corresponsales de las agencias noticiosas más importantes hacen su trabajo en Europa y en los Estados Unidos. ¿En qué consisten el libre flujo de la información y el respeto a la pluralidad, que los tratados internacionales afirman y los discursos de los gobernantes invocan? La mayoría de las noticias que el mundo recibe provienen de la minoría de la humanidad, y a ella se dirigen. (Eduardo Galeano).





Durante los cuatro gobiernos del partido conservador Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) en EL Salvador, los medios masivos de comunicación han conseguido mantener el control de la información sin ningún tipo de regulación. Con la Ley de Telecomunicaciones vigente, los oligopolios se repartieron las frecuencias de radio y televisión, que podían ser adquiridas por quienes tenían una importante acumulación de capital y respondían a la derecha política del país, atentando contra la libertad de expresión y a la información entendida como un derecho ciudadano. Meses previos a la asunción de la ex guerrilla salvadoreña, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), la prensa ha intensificado su estrategia de generar miedo e inseguridad en la población, y se ha dedicado a difamar a quien hoy es el partido gobernante.


A fines del año pasado, en plena campaña electoral, la prensa gráfica, informó sobre varias movilizaciones y entrenamientos de grupos armados ilegales que se movilizarían dentro de comunidades donde se asentaron guerrilleros del FMLN, lo que perjudicaba notablemente a quien hasta ese momento liderada las encuestas frente al partido oficialista. Los datos fueron supuestamente otorgados por un informe de la inteligencia militar y a su vez, el Consejo Nacional de Seguridad salió a respaldar la existencia de al menos 40 grupos armados. El Diario de Hoy publicó una de las fotografías que muestran a los residentes de la comunidad Dimas Rodríguez recibiendo entrenamiento militar. Días después se supo que las fotos otorgadas por el Consejo pertenecían a un acto cultural que incluye la simulación de una parada militar utilizando fusiles de plástico en la Dimas Rodríguez, que viene realizando el evento hace varios años para recordar sus orígenes rebeldes.


“Los medios los maneja la derecha T.C.S. (Telecorporación Salvadoreña) y los utilizan de una manera tal de amedrentar al pueblo en la medida de que, desconfíe de la izquierda, con noticias amarillistas, para dejar mal parado al primer gobierno de izquierda que tenemos”, relata el salvadoreño Alberto Gómez.


Con el ascenso del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional surgieron algunas iniciativas para cambiar la ley vigente que permite que la información que llega a la población sea suministrada por unos pocos. Representantes de Movimientos para la Comunicación Democrática comenzaron a exigir un marco regulatorio para que la comunicación deje de ser una mercancía. Las diferentes organizaciones presentaron un manifiesto en donde se argumenta que la ley actual se debe modernizar en la forma en que se asigna el espectro radioeléctrico. Fomentando una mayor participación ciudadana en los medios de comunicación y retornando a su función social. El movimiento encontró muy buena recepción por parte de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET) y continúan las reuniones sobre el tema, buscando la democratización de las telecomunicaciones.


Fragmento del documental que ilustra cómo los medios en El Salvador utilizan el recurso del miedo para atemorizar a la población.



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