Los más populares
A continuación el ranking de popularidad, con los porcentajes correspondientes, de la mayoría de los primeros mandatarios de América. La fuente es la empresa consultora Mitofsky, Centro de Estudios Nueva Mayoría.
Con estos datos, y más allá de la tendencia ideológica de la consultora (que podría llegar a tirar unos diez puntos más o menos para algún lado), se abren varios interrogantes. El primero y más obvio sería: ¿Por qué estos porcentajes? Ahora bien, para resolver la pregunta que justifique cada uno de los datos haría falta una edición de varios tomos que contengan cientos de páginas que analicen la realidad política y sociohistórica de cada país. Por eso, en estas pocas líneas la intención -menos ambiciosa- sería: ¿Qué aspectos los unen?, es decir ¿Qué aspectos en común se podrían citar como para hallar causas que hacen a la imagen positiva que los pueblos tienen de sus gobernantes? Incluso todavía se puede ser menos pretenciosos y preguntar: ¿Existe alguna lógica compartida?
Basándose en unos pocos países y sólo para empezar a esbozar posibles respuestas (invitando al lector a que busque las suyas), se citan a continuación cuatro aspectos generales que hacen –o se supone que hacen- al voto de un pueblo:
1- Ideología. A priori se podría decir que Cristina, Lula y Tabaré tiene un discurso, si no opuesto, bastante alejado al de Uribe. Ni hablar Evo. Se descarta entonces como factor unificador.
2- Carisma. A Lula y a Correa les sobra, a Tabaré, Evo y Lugo no les falta, a Uribe….
3- Pobreza. Los niveles de pobreza en Brasil y Colombia son incluso mayores a los de Argentina.
4- Inseguridad. El número de muertes por hechos delictivos en Argentina está entre los más bajos de Latinoamérica.
Se veía venir. La orientación de la pregunta se generaba desde la negativa. Es que cuesta mucho, al punto de ser casi imposible, enunciar un valor, una característica compartida entre los líderes mejor o peor posicionados. Y no se sienta solo el lector si se siente perdido.