Socializar el turismo

La oposición política y los medios lo siguen acusando de querer apropiarse de rentas privadas, pero él continúa firme en el proceso de nacionalizar puntos clave de la economía, fundamentales para el desarrollo nacional. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció la expropiación del hotel Hilton de la isla Margarita. En el decreto publicado en la Gaceta Oficial, se detalla que la medida tiene el objetivo de fomentar un turismo nacional y popular. “Es deber del Estado contar con alojamientos y sitios de recreación dentro de una política de inclusión social y económica para así combatir la concepción del capitalismo individualista. La medida representa el compromiso del Estado de avanzar con calidad revolucionaria en la construcción de una realidad socialista colectiva”.

La orden contempla 89 mil metros cuadrados del hotel Hilton Margarita, con sus 280 habitaciones y 210 suites, locales comerciales, oficinas, un casino, restaurantes. La expropiación también incluye al puerto adyacente con un muelle para el atraque de embarcaciones internacionales, lo que se traducirá en “precios solidarios” para algunos países del Caribe, conforme a las políticas de integración regional. “Los bienes serán transferidos a la empresa estatal Venezolana de Turismo (Venetur), adscrita al Ministerio de Turismo, para la ejecución urgente del desarrollo social del sector turístico y hotelero del estado Nueva Esparta”.

La medida tiene como objetivo reemplazar el turismo elitista, por uno que incluya a todos los sectores de la sociedad, como dijo el mismo mandatario de Venezuela, “socializar el turismo”. Hilton, ese nombre no es de aquí, le pondremos uno criollito…

Meses atrás, el Gobierno de Venezuela anuló la concesión de la empresa Hilton en el hotel de Caracas, y lo rebautizó con el nombre de Hotel ALBA, en referencia a las siglas de Alternativa Bolivariana para las Américas, que se creó en contraposición al ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) impulsada por el gobierno de George W. Bush.

Hugo Chávez continúa firme en su política de nacionalización de empresas y sectores estratégicos, como el petróleo, la electricidad, el transporte, la siderúrgica y los bancos, en el camino para la trasformación socialista de Venezuela. Cumpliendo con el proceso que el presidente venezolano ha anunciado previamente a su asunción y ha ratificado durante su mandato, la derecha continúa acusándolo persistentemente de dictador, olvidando su legítimo derecho a expropiar empresas privadas que manejaban recursos sustanciales, y que le habían sido arrebatados al pueblo venezolano.